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Los riesgos de una evaluación del desempeño no objetiva: Lecciones de la Guerra de Troya.

ene 22

2 min de lectura



Seguro que recuerdas la historia de Aquiles y Agamenón en la Guerra de Troya. Es interesante ver cómo un conflicto tan antiguo puede darnos lecciones valiosas sobre la gestión del talento hoy en día. La cólera de Aquiles, que es el eje de toda la epopeya, surge por una situación que podría considerarse una mala práctica en la evaluación de talento en cualquier organización moderna.

 


El conflicto entre Aquiles y Agamenón: Una evaluación injusta.


Ponte en los zapatos de Aquiles. Habías trabajado duro, ganado reconocimiento en batalla, y de repente Agamenón, rey de Micenas y comandante de las fuerzas que luchan contra Troya, era conocido por su autoridad incuestionable, pero también por su tendencia a imponer su voluntad sin considerar las consecuencias en la moral de sus soldados, decide quitarte tu premio, Briseida. Suena injusto, ¿no? Aquiles lo expresa claramente:

"Me amenazas con quitarme mi premio, el que gané con mi esfuerzo, y que me dieron los aqueos."

Esto es un claro ejemplo de una evaluación del desempeño sin criterios objetivos ni reconocimiento adecuado del esfuerzo. ¿Cuántas veces hemos visto esto en la empresa? Cuando las decisiones de reconocimiento se toman de manera subjetiva o arbitraria, los resultados no suelen ser buenos.

 


Consecuencias de una evaluación no objetiva.


La primera reacción de Aquiles es negarse a seguir contribuyendo al esfuerzo de guerra:

"Yo no levantaré un dedo por tu causa, ni por ningún otro hombre, ya que no se me respeta."

En nuestra realidad, esto se traduce en empleados desmotivados que dejan de comprometerse con los objetivos de la organización. Si alguien siente que su esfuerzo no es valorado, es muy probable que pierda el interés en seguir aportando.

Luego, Aquiles piensa en irse:

"Mucho mejor es para mí regresar... que quedarme aquí, deshonrado, acumulando riquezas para ti."

Este es el riesgo más grande para cualquier empresa: la fuga de talento. Cuando la evaluación es injusta, los empleados valiosos buscan otros lugares donde realmente se les valore.

 


El rol de la gestión analítica del talento.


Para evitar errores como los de Agamenón, las empresas deben apostar por evaluaciones objetivas y basadas en datos. Algunas prácticas clave incluyen:

 

  • Criterios claros: Definir indicadores de desempeño alineados con los objetivos de la organización.

  • Analítica: Usar herramientas que permitan evaluaciones justas y sin sesgos.

  • Retroalimentación continua: Mantener conversaciones constantes entre evaluadores y evaluados.

  • Reconocimiento por mérito: Asegurar que las recompensas reflejen logros reales.

 


Conclusión.


La historia de Aquiles y Agamenón nos recuerda que una evaluación injusta puede ser devastadora para el compromiso y la retención del talento. Implementar una gestión basada en datos y criterios transparentes es clave para motivar y comprometer a los equipos.

No dejes que la cólera de Aquiles afecte a tu equipo. Adopta un enfoque justo y basado en datos para lograr el éxito sostenible de tu organización.

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